“LOS ÍNTIMOS”, SEGÚN JULLIEN (una variación
a “El Tren” de Simenon)
“Aun cuando empieza a instalarse en la
duración y regresa a lo ordinario, cuando se torna sedentario, lo íntimo no
tiene nada que ver con la vida de pareja, sus cálculos, sus presiones,
tensiones y relaciones de fuerza, sus planes proyectados” dice Francois
Jullien, revisitando la historia que Georges Simenon narra con maestría en “El
tren”.
Él sale a la calle cada día, dispuesto a
encontrarla; ella se ocupa maquinalmente de sus cosas, sin dejar de pensar en
él. Cada uno de esos gestos les es propio, natural. Ella no “traiciona” por eso
a “su marido”; él no “traiciona” por eso a “su mujer”.
Entre ellos, para retomar los términos de
Jullien, “la sempiterna cuestión de las pasiones y las exclusiones, los celos o
la rivalidad, resulta expulsada de entrada”.
Pero, ¿qué son? No son cómplices, no son
amantes. No son confidentes, tampoco son compañeros. Su com-unión no deriva ni
de la simpatía ni del afecto; es, por el contrario, una experiencia metafísica,
de iniciación, mística. Lo místico es lo que inicia, lo que da acceso.
Él solo es él en esa anticipación de un
encuentro siempre frustrado; ella vuelva a ser ella en la memoria de lo que
nunca pasó.
Mientras los días transcurren, casi sin
darse cuenta, uno y otro comienzan a desear que nada ocurra, que todo haya
ocurrido.
Hay quienes conviven por décadas y nunca
dejan de ser extraños. Ellos cruzaron su mirada solo una vez, fugazmente, entre
el gentío de un vagón atestado. Y desde entonces, son íntimos; cada uno es lo
más profundo del otro y es también, lo único inconfesable.
El milagro del Yo Plural tiene, como Juno,
dos caras. Pero, como Despoina, pasa por los espejos reflejando su ausencia.
Sé que estás acá, porque no te veo. Sé que
voy a verte, porque ya te vi.
© Osvaldo Burgos
No dejas de sorprenderme nunca.
ResponderEliminarLeerte es un placer siempre.
Como escucharte.
Mis respetos incondicionalmente.
ResponderEliminarBellísimo y profundo. Además de tan cierto.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Gracias!!
ResponderEliminarEl texto lo rescató Gustavo, yo de verdad lo tenía olvidado. Y siempre es un gran halago contar con la lectura de la gente que uno quiere. Un cariño muy fuerte a cada una. Nos vemos pronto.