HEMORRAGIAs
a mi querido cumpa, Julián
Bastías
Con menstruación permanente
dibujaba todo el espacio
de las torturas
¿Pensaba
que la vida
se esfumaría así, rápidamente?
El cabo cuando me llevaba al baño
se paró y me gritó:
-¿Es posible que usted sea la Sra. de
Hinrichsen?
Pude haberle respondido
-Sí, mi cabo.
Pero callé.
Al orinar, la sangre
se arrebató en borbotones
y le ensució las botas.
-Conteste,
hija de puta,
aulló entonces
Y fue su culpa
por no dejarme a solas.
Mi vómito le ensangrentó el bigote.
© Marta Zabaleta
Increíble pintura de unos días que nos llenan de vergüenza y dolor y de una experiencia personal que nos recuerda que de una u otra forma somos sobrevivientes y sólo la poesía nos ha permitido expresarlo.
ResponderEliminarTe aplaudo, Marta y te mando un beso grande
María Rosa León
Un fuerte abrazo y mi admiración y cariño de siempre
ResponderEliminarRi
Muchas gracias y un besote, querido colega. Marta.
ResponderEliminarMomento terrible del que dan testimonio tus palabras necesarias para mantener la memoria y decir: NUNCA MÁS.
ResponderEliminarUn abrazo Irene Marks