decíamos que mamá era bruja
-nació un 31 de octubre-
nosotras nos llamamos brujas
nos condecoramos
con la orden brujas madres
les dimos diplomas
a la descendencia
de pequeñas barríamos
los patios
volaban las escobas
y ahora
ahora barremos la vereda
lucimos nuestra estirpe
preparando guisos de arroz
nunca mejor nuestra dote de brujas
en estos tiempos
saber hacer guisos variados
es casi una hazaña
© Elisabet Cincotta
Gracias, Gus, por publicar mi poema.
ResponderEliminarAbrazos
Elisabet
Bello!!
ResponderEliminarFlora Levi
Hermoso.
ResponderEliminarMuy bueno Eli!!!!
ResponderEliminarAbrazo!
Tere. V.
Me deja una buena sonrisa. Roberto Arlt dice por ahí que el objetivo al que se encamina una mujer es ser finalmente una suegra. Según la chistografía existente, podríamos concluir: suegra = bruja, o mujer = bruja. Sabrá el diablo qué insensateces dice y hace algún malherido.
ResponderEliminarNo quiero decir, ni me interesa, decir más pavadas de las necesarias, pero divierte que finalmente jueguen con nuestros miedos, taras, consecuencias de ignorancia o fracasos. Al mundo le hacen falta muchas brujas, que pasen por sobre nuestros techos dejando oír sus carcajadas espeluznantes. Más humor y menos rencor genérico.
Buenísimo: poetizar los prejuicios y la inflación: una verdadera hazaña literaria. O sea, bruja en todos los sentidos. Gracias. Un beso. Adriana Maggio (Dirbi)
ResponderEliminar
ResponderEliminar¡Excelente, Eli! Me reí me conmoví. Casi nada en estos tiempos.
Besos.
Alicia Márquez
ME ENCANTÓ LA MAGIA de tu poema, bárbaro.
ResponderEliminarSaludos
Anahí Duzevich Bezoz
ME ENCANTÓ LA MAGIA de tu poema, bárbaro.
ResponderEliminarSaludos
Anahí Duzevich Bezoz
Hola Elisabet: un gran poema, con la magia y el misterio de lo cotidiano y además la referencia a la crisis económica. Una verdadera joya, que reivindica el poder de la mujer con naturalidad.
ResponderEliminarLo disfruté mucho Irene Marks