Viento y memoria
La memoria y el viento son hermanos
irrumpen desnudos en la madrugada
con ese leve perfume de tierra
o el sonido sordo de la banderola.
Nos queda en la mente un temor de infancia
como un desamparo, como un mal presagio.
Acecha como un rostro, el viento, en los visillos
lejanos ya los brazos que nos cobijaron
buscamos el amparo de una manta.
Hay un latido extraño, algo que va
arrastrando
por la calle silente
una lata vacía, un maullido cortado.
Todo vuelve al presente
la memoria
desparrama y golpea
los miedos a su paso
nos crujen en la noche los huesos y el
espanto.
El olvido vendrá a cerrar las ventanas
el olvido es un sueño que ahuyenta los
fantasmas
como polvo en los muebles
las ausencias en calma terminan decantando.
© Cristina Ramb
El viento nos obliga a buscar cobijo estemos fuera o dentro y nos amarra al recuerdo de otros vientos. muy bueno
ResponderEliminarUn abrazo Graciela Barbero