VIÑAS DE IRA Y EL EXTRANJERO
Hermana, nos veo tambaleando
como la tortuga
La de la primera página de las viñas.
(¿Había una tortuga?)
El riesgo es quedar patas arriba
en el camino polvoriento.
El inútil pataleo, que
nadie te escuche.
Ser la misma materia del olvido.
Todo apura hacia su fin.
como un carretel que se vacía
y escupe el hilo.
Mersault, el extranjero,
iba detrás de su madre
El sol todavía vertical , a las dos .
¿Cómo puede Mersault pensar en el sol?
me preguntaba sentada, en el escalón del patio.
Vos ya te habías ido, vestida de falda acampanada.
Verónica Lake te decían. Traías los libros , esa maravilla.
Después confesaste que no leías todo.
Hacías teatro independiente.
Tragedias impactantes.
una
arpillera en la mano
manchada de rojo.
Hermana, vos soñabas.
Soñabas.
Tenías tus quimeras, y te fuiste.
Yo me quedé en los patios
en el cambio de las estaciones.
Los gatos me miraban desde los techos altos
y el cielo fijo de color turquesa
los sábados de invierno.
Hermana,
eras más fuerte que yo.
Vos soñabas.
(Nunca te dije gracias)
© Clelia Bercovich
ay, clelia, ¡¡ qué sensibilidad tan intacta en el recuerdo!! me emociona mucho este poema: su temática y su dolor de intensa ( es posible)belleza! abrazos. susana zazzetti.
ResponderEliminarPoemazo, que invia a leer y buscar los excelentes libros que mencionas, The Grapes of wrath de Steinbeck, El extranjero de Camus y la vida de la estrella de Pin up. Al revés del poema, te digo gracias.
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ResponderEliminarTremendo poema, querida Clelia. Recordé a mi hermana,también y junto a vos, la lloré.
Abrazo grande,
Alicia Márquez
Ay Clelia, casi agradezco estos poemas tuyos tan incisivos dolorosos. Tu memoria profundiza como un bisturí que nos deja sin aliento. Maravilloso
ResponderEliminarExcelente!
ResponderEliminarGracias!!
Besosss
Qué gran poema, Clelia. Gracias por escribir así y darme tu amistad. Un gran abrazo Isabel Llorca Bosco
ResponderEliminarla agradecida soy yo.
ResponderEliminarEl dolor es siempre tiempo presente
Entonces se busca con el bisturí, más bien una pinza y extrae el basamento, la línea de continuidad entre el presente doloroso, que es lo que importa y para ello le da entidad al pasado.
Un abrazo
clelia