Barrio
En el
barrio habitaba una luna
la noche
empedrada de juegos,
mariposas,
rayuelas, versos
y la
esquina en los tajos del tiempo.
Crecía la
aventura
en horas
peregrinas lejanas de encanto
El barrio,
tobogán de
la infancia ocultando los miedos
donde asoma
la vida cuando duermen los astros,
el destino
en mejillas de furia
y azote de
luces que perforan la sangre
hasta el fondo del
hueso.
El barrio
fue el aljibe donde bebí las caricias,
los pasos
inciertos, la novia primera,
la blusa
del otoño,
el ardor de
aquel beso.
En el
barrió quedó una lágrima eterna,
me arrojó
hacia el vuelo a poblar otros puertos
con las
jóvenes ansias,
nuevos
desvelos.
la huella
que transito por paisajes lejanos,
la alegría
en las cumbres,
dolores y
ausencias,
el pibe que
dejó cicatrices y sueños
las mañanas
, el patio
amigos
profundos que cruzan el viento,
el sol y la
lluvia en aquel conventillo
de lámpara
opaca
que hoy, es
recuerdo
© Norberto Barleand
Buen aljibe tu barrio, me encantó el poema y saboreé mis recuerdos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Betty Badaui
Excelente!!!
ResponderEliminarComo para una canción, felicitaciones, Norberto!!
ResponderEliminarTu poema destila bella nostalgia de tango!
ResponderEliminarBesosss
Excelente, invita a los recuerdos sin duda.
ResponderEliminarSaludos.
Anahí Duzevich Bezoz
ResponderEliminarAsí era el barrio. Ni más ni menos.
Un abrazo,
Alicia Márquez