Páginas

21/9/18

Poema de Hugo Francisco Rivella



EL TABERNERO Y LA MUCHACHA DESCALZA 

El tabernero afila la mirada en el cliente que acaba de llegar,
sonríe,
y la penumbra, por un instante, parece un pez dormido.
Yo sé que el tabernero aquieta un tigre que lo empuja a saltar sobre las mesas
y a beber de las copas los restos de soledad y de tristeza,
pero contiene al tigre y saca a pasear, entonces, su cordero,
le limpia las orejas, las pezuñas, acaricia su lomo dulcemente.
El tabernero señala con un dedo, y la mesera estira su cintura,
la luz se apaga, y la penumbra, ya no es un pez dormido sino un pequeño incendio.
Corre el amanecer tras su pollera y baja dios a besar sus pezones.
Jadea como un poseso,
por un instante,

Dios vuelve a ser el hombre que entrega su corazón para que la mesera vuele al cielo.


© Hugo Francisco Rivella

10 comentarios:

  1. HUGO, ESPLÉNDIDO POEMA CON UN CLIMA DE ÉPOCA Y las pocas cosas sublimes, acaso una que nos salva de la taberna de este mundo. Isabel Llorca bosco

    ResponderEliminar
  2. Hermoso poema, Hugo. En su lírico marco, una historia que repite la historia eterna: hombre- tigre-cordero-dios con el corazón a los pies (descalzos), de una muchacha.
    Verónica M. Capellino

    ResponderEliminar
  3. Hermoso poema, Hugo. En su lírico marco, una historia que repite la historia eterna: hombre- tigre-cordero-dios con el corazón a los pies (descalzos), de una muchacha.
    Verónica M. Capellino

    ResponderEliminar
  4. Sí, también a mí me ha conmovido, me ha incitado a recorrerlo más de una vez.


    R.
    www.revagliatti.com

    ResponderEliminar
  5. El tigre, el cordero, la mujer y Dios-hombre, y la luz. Gracias, Hugo, hermoso. Abrazo, Inés Legarreta.

    ResponderEliminar
  6. Hermoso poema....como siempre Hugo ..un deleite Me encantó Abrazos inmensos

    ResponderEliminar