EL
TABERNERO Y LA MUCHACHA DESCALZA
El
tabernero afila la mirada en el cliente que acaba de llegar,
sonríe,
y la
penumbra, por un instante, parece un pez dormido.
Yo sé que
el tabernero aquieta un tigre que lo empuja a saltar sobre las mesas
y a beber
de las copas los restos de soledad y de tristeza,
pero
contiene al tigre y saca a pasear, entonces, su cordero,
le limpia
las orejas, las pezuñas, acaricia su lomo dulcemente.
El
tabernero señala con un dedo, y la mesera estira su cintura,
la luz se
apaga, y la penumbra, ya no es un pez dormido sino un pequeño incendio.
Corre el
amanecer tras su pollera y baja dios a besar sus pezones.
Jadea como
un poseso,
por un
instante,
Dios vuelve
a ser el hombre que entrega su corazón para que la mesera vuele al cielo.
© Hugo Francisco Rivella
Hermoso poema
ResponderEliminarPrecioso, Hugo, felicitaciones!!!
ResponderEliminarHUGO, ESPLÉNDIDO POEMA CON UN CLIMA DE ÉPOCA Y las pocas cosas sublimes, acaso una que nos salva de la taberna de este mundo. Isabel Llorca bosco
ResponderEliminarQué maravilla tu poema!!!
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
Hermoso poema, Hugo. En su lírico marco, una historia que repite la historia eterna: hombre- tigre-cordero-dios con el corazón a los pies (descalzos), de una muchacha.
ResponderEliminarVerónica M. Capellino
Hermoso poema, Hugo. En su lírico marco, una historia que repite la historia eterna: hombre- tigre-cordero-dios con el corazón a los pies (descalzos), de una muchacha.
ResponderEliminarVerónica M. Capellino
Sí, también a mí me ha conmovido, me ha incitado a recorrerlo más de una vez.
ResponderEliminarR.
www.revagliatti.com
El tigre, el cordero, la mujer y Dios-hombre, y la luz. Gracias, Hugo, hermoso. Abrazo, Inés Legarreta.
ResponderEliminaralgo así como un clásico!
ResponderEliminarHermoso poema....como siempre Hugo ..un deleite Me encantó Abrazos inmensos
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