allá lejos 
cuando
sentía el celeste y las nubes
cuando las
Tres Marías me guiaban 
a esas
otras tres estrellas 
casi
deslucidas 
cuando
trocar el tiempo era fácil 
y la lluvia
artilugio de amor
cuando los
zapatos baratos
ampollaban
los pies 
y estar
parada sufrimiento
cuando los
roces eran 
cadencia de
goce 
cuando mis
ojos te creían 
y era casi
dueña de mi mundo 
capaz de
alzar el grito 
de quebrar
historias 
tirarlas 
rehacerlas 
pintarlas 
del color
menos esperado 
cuando la rebelión no tuvo atrio 
y el escándalo no importaba
allí era invencible 
ponía el corazón 
la palabra 
el gesto con tesón
allí en la delgadez 
con el alimento magro 
te creí 
aquí otra historia 
otros amaneceres 
con sequedad de tierras 
y agobio de susurros 
que martillan los sin recuerdos 
y más sin 
hace tanto que desaparecieron 
tanto 
© Elisabet Cincotta

muy buena, atrapante tu construcción! susana zazzetti
ResponderEliminarGracias, Gus, por publicar mi poema, muchas gracias.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
MUY BELLO, Felicitaciones.
ResponderEliminarAnahí Duzevich Bezoz
Cuánta historia en esos versos Eli!! Una vida!! Abrazo
ResponderEliminarExcelente. Poema que dice lo propio y abre a que el lector ponga lo suyo, como un abanico de historias propias y ajenas. Gracias. Un beso. Adriana Maggio (Dirbi)
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