Bíblica
No sólo las
vírgenes
lloran
sangre
que con
cuerpo de tierra
urgentes
pechos
piel de marismas
ávida boca
con sexo
florecido
de yo soy
de lava
con salivas
estelares
con raíces
que suben
y se
enredan
de los pies
a la cadera
de la
cadera
a la
garganta
lloran
Jordanes de sangre
se
desbordan
desencauzan
anegan
agonizan
las hembras despeinadas.
© Verónica M. Capellino
Bienvenida Verónica a este sitio que pretende difundir a poetas contemporáneos, mes a mes serás publicada. Abz, Gus.
ResponderEliminarMuchas gracias,Gustavo, por invitarme a ser parte de Mis Poetas Contemporáneos y por la generosidad de difundir poesía. Ella nos salva: una vez, y otra, y otra! Abrazo.
ResponderEliminarVerónica Capellino
Poeta excelsa. Poesía profunda y distinguida.
ResponderEliminarUn poema profundo y bello, para leer y releer, Verónica.
ResponderEliminarFelicitaciones y un beso grande de bienvenida
María Rosa León
Bienvenida, y gracias por la belleza del poema, en el poema.
ResponderEliminarAbrazos.
Tana Pasquini-
inmenso e intenso poema, Vero, como toda tu producción. Un gran abrazo, Marta Ortiz
ResponderEliminarMuchas, muchas gracias por sus comentarios, su cariño, a todos y todas.
ResponderEliminarVerónica