quemar lo
que se escribe
voy a
quedarme sentada encima de este espacio entre las letras
o en
cuclillas sobre un banco de uvas secas
(vicio
copiado de un sueño o
de un
cuadro de Magritte)
quedarse, que es lo mismo que irse
sin haberse
tomado el tiempo de perfeccionar un arreglo de escape
el espacio
que resiste todo el peso de los cuerpos no es distinto
a otra
resma blanca de vapores y barrotes
gastados o
arrancados
Esta
sombrilla es impermeable a todas las notas que llevo escritas.
No llueve,
pero da lo mismo.
© Vanesa Almada Noguerón
Foto: Pablo Cañas
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