LO INFINITO
(EL ALEPH)
Hay un
momento, un gesto único, en el que todo deja de ser lo que fue y nada es
todavía lo que será. Es el presente.
El presente es un don, una gracia que se
recibe sin condiciones ni desmesuras. Sin embargo, es inasible.
Entre presentar
y asentar, dejar sentado; se hace presente, se tiene presente. Pero lo que se
hace aún no es y lo que se tiene ya ha sido.
En ese gesto infinito, lo posible
comienza cada vez, por vez última.
Allí, el anhelo no puede despojarse del temor.
Y Eros no es el amor, sino el deseo.
En el
origen del lenguaje, salimos del alma como quien sale de una casa de la
infancia.
Entrando en ella, sin dejar de soñarla.
© Osvaldo Burgos
"... El anhelo no puede despojarse del temor..." Eterno presente tu poema. Gracias
ResponderEliminarPrecioso, Osvaldo! El tiempo y el amor, esa esquina del universo donde somos humanos. Abrazo!!
ResponderEliminar