Que no
daría por hallarte
así como
regresando
a la vuelta
de la esquina
Niña mi niña
Se buenita
tórnate con
olor a mandarinas en tus manos
con tu
manera de mirar los giros alucinados de la rueda del molino
y los
hombros desvastados de cargar
el polvo
oscuro de la siesta
Te veo desvaída
casi
que no
puedo recorrerte con mis ojos
como si
ciertas maneras de estar en la vida
mi niña
se hubieran
extraviado
por el afán
desmesurado del tiempo
en hacer de
nosotros
lo que no
deseamos ser
y luego somos .
© Ernestina Elorriaga
Qué bello poema Tina¡¡ Es que somos todas las que hemos sido en un continuo dónde se encuentra también esa niña¡¡
ResponderEliminaruhhhh ¡ qué bello poema!! felicitaciones! conmovedora imagen. susana zazzetti.
ResponderEliminarQuerer detener el tiempo a veces. Y él no se detiene.
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