las luces
en Nueva York
las luces
que la envuelven y la hacen brillar
como a una
luciérnaga gigante
todo el
ruido me cabe en un segundo
el día y la
noche me caben en un segundo
en el subte
donde confluyen mil lenguas
en una sola
veo a una
señora con un cuello muy largo
durmiendo
en la vereda sobre un escalón
la cabeza
le cuelga sobre un hombro y
parece en
paz mientras la miramos
del otro
lado de la calle una mujer bella
luce sus
piernas
viste de
negro y de collar de plata
mira
distante
no sé qué
mira no sé qué ve
entre los
caminantes no hay espacio casi
somos un
cuerpo enorme y sobrenatural
yo camino y
camino
dejo que se
prendan las luces de la noche y aún sigo
caminando
eso hago un
paso y otro y otro paso
paseando
pasando
las voces
me envuelven como una manta
en las calles
de Manhattan
y de pronto
una inquietud
que la
tierra ya no sea
redonda
que se
acabe la gran calle y yo caiga
para
siempre
expulsada
del planeta
© Celina Feuerstein
Impactante, poesía pura, Celina, felicitaciones.
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ResponderEliminarBuenísimo poema, Celina!!
Un abrazo grande.
Alicia Márquez
Gracias Silvina!! ❤️
ResponderEliminarEl hombre-masa, el hombre-soledad, y vos intentando comprender, externa al paisaje qué pasa, y el temor a no pertenecer . Muy bueno!!!
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet