Irreflexivo
el pájaro
apunta
hacia el pesado párpado
crepuscular
y en sombra del final de la tarde
flameantes
como antorchas
como las
banderas de un país en armas
vibran las
horas bajo la luz que cae
y el ángel
desolado que lo ha visto todo
no hace más
que llorar.
© Raquel Jaduszliwer
Raquel, siempre es un deleite tu poesía.
ResponderEliminarAltísimo lugar de la palabra.
Te admiro.
claudia
Belleza de poema, para acompañar el tono aflijido de las horas. Abrazos, querida poeta!!
ResponderEliminarUn gran poema donde un ángel desolado que lo ha visto todo llora,con imágenes que sorprenden.
ResponderEliminarUn abrazo Ana Romano.
Voime despidiéndome de junio recorriendo con placer este poema.
ResponderEliminarRolando
Desolador, como ese ángel del final que llora, pero inundado de belleza poética,
ResponderEliminarGracias Raquel,
Un abrazo grande,
Montse Bertran
Ángel para un final , bueno, gracias poeta .
ResponderEliminarHermoso poema. Griselda Rulfo
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