PROFECÍA
Anoche tuvo un sueño.
Un patio enorme de baldosas vacías
que se iban llenando de una nostalgia que,
al despertar, consideró inútil.
Le alcanzó para decidirse.
Puso proa al sol y,
aún a riesgo de que se le incendiaran los pasos,
avanzó con la mirada en alto y los pies desnudos.
Un viento helado lo apuró por retaguardia,
pero no flaqueó.
Lo tomó, casi, como un impulso necesario.
Como una forma de barrer la nostalgia. De diluirla.
Y de que el Este, finalmente, se volviera imprescindible.
De pronto reparó en los demás.
En todos los demás. Con la mirada en alto y los pies
desnudos.
Con la nostalgia disuelta en ese viento helado que,
aunque arremetiera, no conseguía derrotarles la marcha.
Y se congratuló en silencio.
Por fin, había tomado la decisión correcta.
© Leny Pereiro
Imagen enviada por la autora
Cuánta fortaleza!
ResponderEliminarPoemazo... Leny . Las imagen es...ayudan a los pasos a conversirse en el destino .
ResponderEliminares un muy buen poema, me encanta su enunciación en segunda persona.
ResponderEliminarW.M.