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26/5/18

Texto de Osvaldo Burgos



LAS SUMISAS

Cada vez que los presos de aquella provincia china necesitaban mandar un mensaje a sus compañeras en la aldea, lo escribían en forma de poema.
“Otra poesía”, decían los carceleros sin preocuparse por esconder sus risas. Vaya estupidez.
Aquel febrero los presos estuvieron particularmente inspirados y los carceleros rieron gruesamente.
Con los primeros deshielos de marzo, las mujeres comenzaron a amontonarse al otro lado del muro. No decían nada, solo estaban ahí. Por miles.
La noticia tardó en llegar a los oídos del emperador. Cuando Su Majestad por fin se enteró, ordenó que los guardias pagaran su indolencia con la vida.
No hizo falta. Sumisas como siempre, las campesinas se habían adelantado a cumplir la orden. Ya no había penal, ya no había guardias.
Y antes de que los hielos terminaban de irse de los montes más bajos, ya no habría tampoco emperador.


© Osvaldo Burgos

10 comentarios:

  1. Siempre un placer leerte. Ya falta menos para tu fiesta. Allí estaré celebrando!!

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  2. Osvaldo me conmueve profundamente este poema, casi una parábola bíblica.

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  3. Guardas la información como en un cuento. La alegría y la crueldad de un cuento en nombre de la poesía y la mujer. Un abrazo Isabel Llorca Bosco.

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  4. Gracias, amigas queridas! Allí estaremos, Nerina, brindando juntos por la vida. Allí estarás, Beatriz; y que esta vez no puedas llegar, es apenas un detalle. Sus comentarios son una alegría, tan necesaria, para mi alma.

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  5. Buenísimo, gracias por compartirlo.
    Un abrazo
    Betty Badaui

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  6. Gracias lo compartir.muy bueno!
    Anahi Duzevich Bezoz

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  7. Muy bueno, Osvaldo!!! Poesía para pensar, para alentar... Gracias!!! Abrazo.

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