Un gesto atávico, girar la cuchara en el líquido denso. La
olla sobre el fuego, estar en el vapor. Los muslos pesando en la madera. Una
humedad viva, eso soy, como lo fueron otros. Cuerpo que se
expande en la luz inestable del hogar.
© Ana Lafferranderie
Si, si, muy bien expresado...suele pasar.
ResponderEliminarTu hermoso texto, Ana me lleva a pensar en el espeso contenido pleno de escamas, como las aguas a ka luz lunar. Ese gesto envolvente y brujeril que remueve lo arcano Muy bueno, Ana. Un abrazo Isabel Llorca Bosco
ResponderEliminarGracias!! Abrazo a ambas!
ResponderEliminarGran descripción, de ese instante. Una mirada, como tantas que observa el poeta. Ya a esa altura es - testigo - de si mismo. Lo celebro.
ResponderEliminarLos muslos pesando en la madera...¡!...se puede sentir tal cual en ese verso....cocinar, a pesar del cansancio, cocinar con amor...como escribir, a pesar del desierto, escribir con pasión...gracias, Ana!
ResponderEliminarEn la simpleza de lo cotidiano leer las profundidades del ser...bello!
ResponderEliminaroriginal, y logrado. Besos.
ResponderEliminarQué hermosos comentarios, gracias!!
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