la lluvia de las cinco
llega puntual
como el afilador que silbatea
mi calle a las
cinco.
un arrastre de barro y de peces
salmodia el cansancio
de la cuadra.
en la casa
cada uno tiene
la ceguera del carbón en sus ojeras.
¿ quién arrancará del olvido
los pasajes de infancia
de otros días?
el agua carcome las paredes
de afuera.
y a nosotros
las láminas de
adentro.
© Susana Zazzetti
Muy buen poema, querida Susana.
ResponderEliminarR.
www.revagliatti.com
HERMOSÍSIMO POEMA, SUSANA. Lo carcomido permkanece. Así, el recuerdo. Besitos Isabel
ResponderEliminarBelleza en este poema, ritmo, dolor, poesía.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
Tremendo poema, Susana, cala hondo!!! Felicitaciones, poeta!! 😘😘⚘
ResponderEliminarHermoso poema de la nostalgia. Imágenes bellísimas. Un abrazo. Adriana Maggio (Dirbi)
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ResponderEliminarNostalgia en carne viva, tu poema.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Sin palabras!... nuy buen Poema!...
ResponderEliminarDifícil resulta desprenderse del carbón, que todo lo impregna, sin embargo, cuando el carbón era más protagonista, en los hogares y las fábricas, en los trenes y los barcos quizás la gente se reía más, también había tragedia, lógicamente, ahora hay más tecnología y más plástico y una infelicidad marcada para cada uno, así me lo parece.En aquéllas épocas cabía una ilusión . Por supuesto y como siempre un poema muy bien escrito.
ResponderEliminarAbrazo
Clelia
Pero qué bueno, querida Susana, ese pasado ,el presente y este poema que llega hondo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Betty Badaui
Bello poema, Susana. La lluvia como conexión entre el ayer y el hoy. Abrazos.
ResponderEliminarRosa Lía