Cuando mi amado entra
al cuerpo de ella, es a mí
a quien tan hondamente
llega; me quita la respiración,
arrasa y mira a los ojos.
Pero cuando por mi propia
carne él entra, es a ella
a quien toca: desnuda, la puedo
sentir del otro lado suspirar.
© Osvaldo Bossi
Bello y conmovedor
ResponderEliminarFloralevi
muy bueno.
ResponderEliminarSaludos.
Anahí Duzevich Bezoz
Me encanta lo que has escrito
ResponderEliminarbelleza de letras
Bello
ResponderEliminarPoema perfecto, diría yo, si no fuera la perfwxxión enemiga dwe lo bello. La última palabra ilumina (fuera de contexto) una situación, en apariencia, inalcanzable. Un abrazo IsABEL Llorca Bosco
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