La casa en la playa
Estoy a diez cuadras del mar
me quedé adentro porque llueve
y el viento es tan fuerte que creo, me volaría.
Miro entonces esa escalera de la que tanto te hablé
Y te decía que hiciéramos el amor ahí, que viajáramos
Y me decías que me gustaban los lugares raros para cojer
pero yo quería, además de eso, amar, o algo así, algo
parecido al amor.
También estaba, claro, la fantasía de la playa. Ésa era
compartida
Pero nunca me cumpliste fantasías.
Desde la naif del beso bajo la lluvia,
de peli hollywoodense
hasta la clásica porno ducharnos juntos
Nunca.
Y yo inventé ese sueño donde te avanzaba
hasta terminar en el baño de la radio
y te hice creer que vos me avanzabas
y que rico todo
pero yo quería
además de eso
algo
parecido al amor
y cuando iba a decírtelo
y a pedirte que no fueras violento
y a decir que tu poesía no me conmovía
-pero distinto, para cuidarte-
vos me mandaste un
whastapp
porque volvías con tu
novia
y que conmigo estaba todo más que bien
y que quisieras que fuéramos amigos
Ahora volví a la casa
donde quería encerrarme con vos
o salir al patio de noche
y acostarnos
a mirar las estrellas
como si estuviéramos en el Planetario
pero de verdad
y pienso qué tristeza
que no fui honesta,
entre otras cosas.
Y me pregunto
por qué carajo sigo comprándome
el papel de buena mina
y no me animo a enviarte un mensaje
para mandarte bien a la concha de tu madre
© Marina Cavalletti
ResponderEliminarBrutalmente doloroso.
Un abrazo,
Alicia Márquez
BRAVO!! Muy profundo mucho que plantearse.
ResponderEliminarAbrazos
Elisabet