Poema de Celina Feuerstein
y el cuerpo
cuando se pierde el amor
¿es el
mismo cuerpo?
el cuerpo
que amado despertaba vivo
florecido
como un árbol
de corazón
de hígado de vísceras
colgando
como flores
y los
músculos que hacían run run
como si un
motor los pusiera en marcha
las piernas
esbeltas los brazos firmes
dispuestos
a correr la vida y atrapar el aire
ese cuerpo
después
¿es el
mismo?
no es aquel
cuerpo no
es otro
se afloja
la carne y ya no se tensa
el músculo
en este no
se siente
dónde está
el hígado dónde el corazón
como una
masa informe
late
despacio
se seca la
piel y cae como polvo blanco
arena del
desierto
los frutos
las hojitas
caen
se pudren
se oxidan
© Celina
Feuerstein
8 comentarios:
Celina, hermosa idea germina en tu poema y hermosa la ilustración.También es otro el cuerpo que alguna vez vivió el amor. Bueno es el texto que, sin salir de la poesía, hace pensar.Un abrazo, amiga. Isabel Llorca Bosco
Darse cuenta que pasa la vida. Y poder ser testigo de uno mismo, es maravilloso, como crear poesía.
Celina, este tema me es muy conocido, digo conocido nada más, porque lo recorro, no porque tenga la posta de su solución. El abordaje que hacés es muy suelto, muy flexible, me gusta mucho como escribís, armonioso y cálido. No me quiero ir de tema, en definiva, es el mismo, es otro, no es moco de pavo, hay que saber, necesitamos saber para perdonarle o no.
Clelia
Gracias por tus palabras Isabel!
El paso del tiempo en nuestra casa: el cuerpo. Bello y verdadero. Abrazo, Inés Legarreta.
Bueno parece que en lo técnico no voy. Hermoso, iluminado, flexible, cálido. Un estilo muy personal y reconocible el tuyo,
interrogantes abiertos
clelia
Son las preguntas q nos permiten reconocernos después de las despedidas q se llevan una parte de nosotros mismos. Excelente poema, Celina, para pensar, para mirar hacia adentro... Gracias!!! 😘😘😘
Duro...Pero otro amor recompone.
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