Otoño
En este mar cauteloso de silencios
un canto de silbos penetra el espacio.
Mi boca evade preguntas que queman.
No sé dónde estoy, ni mi nombre.
Lo insólito se prende de mi mano.
Lo invisible me rodea.
Mujer viva en un crepúsculo más.
Las hormigas se afanan en su tarea.
El gallo espera el próximo amanecer.
El río se fastidia con el peso
de la luna en su corriente.
Los sapos juegan a las escondidas.
La noche crece y se expande,
lloran todas las lágrimas del mundo,
ríen todas las bocas del tiempo.
Pasa un tren con su carrusel
de vagones perdidos.
Alguien canta una canción de cuna
y el día transita sus espejos.
Una hoja empieza a despedirse
del árbol que la cobija
y así, blandamente,
comienza el otoño.
© Beatriz Minichillo
Beatriz, es una verdadera maravilla. Un abrazo Isabel Llorca Bosco
ResponderEliminarMuchas gracias Isabel
ResponderEliminarHermoso poema, Betty! Abrazo! Amalia
ResponderEliminarGracias Amalia
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