Texto de Osvaldo Burgos
EL HIJO DEL SOL, LA HIJA DEL VIENTO (CEIX Y ALCIONE)
De ser a estar hay un solo paso; el abismo. De ágape a eros
el gesto es mínimo; la luz.
Si me dejás acá, soportaré en mi cuerpo cada dolor que te
aflija, pero el calvario que imagino devastará mi alma.
Ceix no pudo llevar a Alcione en su viaje a Jonia, y le prometió volver.
Ahora la nave yace en el Egeo. Ahora ella duerme, sin que
los dioses se atrevan a contarle el final.
No hay un país de los sueños y otro de la vigilia.
No hay un final que pueda ser contado, ni siquiera por los
dioses.
Solo hay errancias; y principios que regresan,
superponiéndose.
Del abismo a la luz hay un solo paso; el deseo. De la luz al
abismo el gesto es mínimo; el placer.
En cada vida, Ceix es el cuerpo de Alcione, que es el alma
de Ceix, y eso tal vez sea todo.
Él es el resto de los naufragios en los que persiste. Ella es el mar de los siglos, que lo
salva.
© Osvaldo Burgos
6 comentarios:
HERMOSO POEMA.SALUDOS isabel Llorca Bosco.
Bello poema, Osvaldo! Gracias, abrazo!!
Siempre es un placer leerte!! Un abrazo!!
Muy buen poema.
Gracias, amigas!!!
El texto forma ahora parte de un libro que se presentará en Rosario el 30/5 y, tal vez, antes en la FilBA. Todas más que invitadas.
Un poema bien logrado.
Un abrazo Ana Romano.
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