FUGA
Ves en el mismo
lugar el jarrón celeste, te le acercás con mucho más odio, sacás las flores que
aún gotean su sed, derramás el agua mojando la alfombra que no tenemos,
levantás el jarrón bien alto, lo arrojás contra la pared con todas tus fuerzas,
oís su grito al hacerse añicos, traés la escoba, juntás los pedazos mojados que
cantan su réquiem al entrar en la bolsa, abrís la puerta, bajás tres escalones,
te chupás el dedo que sangra, cruzás la calle, dejás la bolsa al pie del árbol
de enfrente, al regresar mirás a los costados, desconfiada, subís los tres
escalones, entrás en la casa, cerrás la puerta, y ves en el mismo lugar el
jarrón celeste.
© Diego E. Suárez
Magia, misterio, jarrón azul, tremolina entre las roturas. Raro, encantador poema sin relato. Gracias.
ResponderEliminarMichou Pourtalé
Muchas gracias, Michou, por tan generoso comentario. Un abrazo.
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