Por una vez
oscuridad la inauguración a las cosas
la poesía
la adora la prefiere
encarna la sombra colmada de secretos
en esa negrura mojada de luces
extraje mis
suposiciones de amor
demasiadas
confusiones dio la noche
cargó a esa
mujer con duraderas luchas
prefiero el
día fulminado por el sol
protegido a
veces por claras nubes
la decencia de sus tormentas
no digo ver
de lejos lo que viene
ni soñar
predicciones de ansias
dejar que los ires y venires sean
con toda su
poesía y sus misterios
con la
luz que el amor se conozca
no atrapado
en único misterio
que por fin se
aviste
qué iluso
con luminarias o tinieblas
se enamora el alma intocable
el amor no
es de la oscuridad ni del día
mas vale
mirar tus ojos claros
para
encontrar si brillan a mi corazón
© Carlos
Morteo
me sorprendió " la decencia de las tormentas" cuando parece que todo está dicho ¡ esta belleza! susana zazzetti.
ResponderEliminarBello Carlos!
ResponderEliminar"no digo ver de lejos lo que viene ni soñar predicciones", digo que "Por una vez la oscuridad es la inauguración de las cosas" y tu poesía la adora y la maldice al propio tiempo y entonces, surge este poema maravilloso. Parafraseándote, Carlos. Un abrazo.
ResponderEliminarVilma SAstre