LA
JAULA
El
león grande, famélico y huraño
se
pasea por fuera de la reja.
León
de arena y espuma
con soledad de pirámide.
León
que no conversa con los pájaros
ni con los lirios
ni con los ojos del río.
El
león de sal
se
muere de miedo y de silencio
porque
ha traspuesto
el umbral de los barrotes.
Se
petrifica
se
azula con el iris de la tarde
y
me sostiene la mirada
a mí, que estoy dentro de
la jaula.
© Marta
Elena Guzmán
MAGNÍFICO POEMA, MARTA ELENA.MIEDO Y BELLEZA NO TIENEN POR QUÉ ESTAR SIEMPRE SEPARADOS.UN ABRAZO Isabel Llorca Bosco
ResponderEliminarse azula con el iris de la tarde. Bellísimo. Un abrazo Graciela Barbero
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