quizá hoy ya no tenga nada que decir
a modo de saludo
ha pasado otro año
no espero nada
el tiempo castigo
vació la casa
las paredes gruñen
mi cuerpo se mece
la rigidez pobló ventanas
y el rosal florece como puede
valiente no se degrada
con veredas rotas
cojera en la mirada
el dolor se desparrama
por cumbres solitarias
ya no me queda nada que decir
aunque el pensamiento
crece y me inunda
crece sin fronteras
crece
casi me ahoga
© Elisabet Cincotta
Gracias, Gus, como siempre agradecida por tu trabajo tan dedicado por la poesía y el poeta.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
ResponderEliminarTremendos los pensamientos. Tendríamos que cantar para espantarlos, o quizás taparnos los oídos como para no escucharlos.
Bello poema, Eli.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Elisabet mientras leo tu poema surge la presencia de una estampa antigua ya vivida en mi vivir. Gracias.
ResponderEliminarMuy, muy buen poema!!!!
ResponderEliminarVa mi abrazo Elisabet!
Tere Vaccaro
ResponderEliminarEli, me encantó la cojera de la mirada...Pero sé que te queda mucho mucho por decir.
Lily Chavez
muy bueno, felicitaciones.
ResponderEliminarAnahí Duzevich Bezoz
Coincido con Liliana en que la "cojera de la mirada" es un hallazgo poético". Todo el poema rezuma crepúsculo. Me encantó. Un abrazo y Felices Pascuas. Adriana Maggio (Dirbi)
ResponderEliminarGracias a Gus y gracias a vos, Elisabeth, por compartir un gran poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Betty Badaui
El pica seso que no silencia y a veces uno quisiera decir tanto pero tanto en ocasiones retrocede , bellísimo Eli, un placer
ResponderEliminarPatricia Corrales
Poema muy original para decir eldolor y la soledad. Abrazo.
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