Ave soñadora de tierras
Quiero estar en cada pedazo de no tela
cada espacio
intersección de cuerpo con cuerpo
quiero ser ese segundo de contacto de primeros con terceros
Abanicarme con rabiosos perfumes de efervecescencia
ser el viento que ya no sopla
solo calla
Quiero ser la punta de tu aguja y pinchar los desconsuelos
los de tu alma
el de tu pueblo
sangrar los orificios de humana esclavitud
variar y desvariar
embriagado de paisaje
de rutas saladas
peces de rincón.
Yo ya estuve debajo de las rocas de tu entrecejo
trepado a las napas de unas aguas temblorosas.
Quiero estar en cada región del mapa de este cielo
convencer a cada ave
para que baile con mi diminuta exageración
que salvajeen
que irriten las membranas
las arañas del techo
iluminadas por sus patas
de inquietud
esas son mis boyas
esas son mis próximas víctimas.
Repicarán las cenizas de mi vuelo en tu mirada
ave
voladora descalza
ave
soñadora de tierras
bailadora de quietudes mansas
esquiladora
ave tersa.
© Diego Bennett
Magia en tu poema! me remite a lo onírico y muy sugerente la amalgama de palabras de distintos campos semánticos ("rabiosos perfumes", "rutas saladas"). El verbo "salvajeen" me pareció muy original. Abrazo.
ResponderEliminarCómo me gusta este poema, querido Diego!
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