Grieta
Cuánto habrá de recorrer aún
esta grieta insomne.
Cuánto más habrá de transcurrir
para que amanezca
en esta existencia que se derrama
por mi cuerpo.
Qué amparos habrá que implorar
para que el sortilegio cese
su acechanza hostil,
que se expande
como una planta trepadora.
Qué color tendré que ponerle
a tu nombre que me envuelve
entre azules
y me desviste de mi sustancia.
Cómo no amar el sol
que insiste cada día
cuando crezco
en la infinitud de tu abrazo,
en el devenir de tu viva memoria.
Cómo no reiterarme
en tu recuerdo que me incendia
de frescores diminutos, persistentes,
agua en el agua,
fuego en el fuego,
querida imagen eterna.
© Beatriz Minichillo
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