Mal uno.
Detesto
la bocanada del pino
que desmorona
el hambre
que ha clausurado
la muerte,
que desanda los pasos
hechos en los cauces
de una mañana
y deshoja
uno a uno
los versos
del que ahora
huele sus raíces…
de cerca.
© Andrea Farchetto
Olor a tierra, a madera, a eternidad sin tiempo. A verde. Maravilloso.
ResponderEliminarHermoso amiga. Griselda Rulfo
ResponderEliminarnaturaleza pura, cada palabra huele a pino. muy bello. un abrazo Graciela Barbero
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ResponderEliminarMe sorprendiste con la temática pero, claro una poeta como la Farchetto tiene eso, la amplitud, la maravilla.
Lily Chavez
Muchas gracias por leer y comentar. Valoro cada una de sus palabras.
ResponderEliminarSiempre me llevas a viajar. Y así recorro mundos nuevos. Mi cariño y admiración!!
ResponderEliminarOh! Nerina! Muchas gracias por cada palabra. Besos. Andre!
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