descalzo y tan pequeño
cruza la calle
un
auto
otro auto
corazones de piedra
ni
una moneda
hoy no se come
con suerte
mañana
con suerte
© Martha Goldín
Tanta realidad que entristece el alma!!
ResponderEliminarBravo, ellos también merecen la palabra hecha poema. Y el dolor continúa y duele.
ResponderEliminarUn gran abrazo
Betty
El niño-calle y la falta de solidaridad del apuro cotidiano.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
Estremece este poema y la imagen!
ResponderEliminarTere Vaccaro.