OTRO OTOÑO
Otoño acostumbra bajar al sol
recostarlo en el follaje
y al fuego también
y a las ciruelas maduradas en enero.
¿Cómo no amarlo hecho nervadura
y acerado fulgor en las veredas,
o sentir el calor
que convoca su presencia vulnerada
entre las ramas?
Suele caer deshojado
con olor a hoguera
navegando el aire
llega encandilando
camineros vivos,
parte ensombreciendo
caminantes muertos.-
© María Cristina Di Lernia
Muy bueno!!!
ResponderEliminarExtraigo: ¿ Cómo no amarlo hecho nervadura/y acerado fulgor en las veredas,
Tere Vaccaro
Será ese otoño la forma en que nos mire el mundo. Gracias Cristina
ResponderEliminarBello poema, María!
ResponderEliminarBesosssss
Aaahhh buenísimo. A enero siempre le falta poesía. Genial
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