En aquella
plaza
En aquella
plaza
bajo aquel
árbol
silencioso el verde
apaga el
fuego de la tarde.
Un viento
abanico
nos
acaricia con su brazo grande
y uno
justifica demorar
lo más
posible la partida.
Aquí todo
pierde la memoria
y los
pájaros sobrevuelan la infancia
nadie nos
mira
podremos
fundar un sueño de besos.
En aquella
plaza
donde todo
por un rato se detiene
la muerte
no fue invitada
y tus ojos
sueñan sin pausas.
© Carlos
Carbone
Bellisimo poema Carlos...detenido el instante irrepetible en la memoria.
ResponderEliminarMe encantó este poema, lleno de imágenes inusuales, que llenan el alma de poesía. Muchas gracias. Un abrazo. Adriana Maggio (Dirbi)
ResponderEliminarHay ´lugares´ como agujeros negros, portales a dimensiones de notiempo y nolugar, plenos de ser, de siendo. A veces entramos en ellos, como cuando leemos un poema como éste, tuyo. Gracias.
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ResponderEliminarEs ahí, en ese instante en donde el poema se escribe solo y maravillosamente.
Un abrazo,
Alicia Márquez
PLENITUD DE IMÁGENES POÉTICAS. HERMOSO.
ResponderEliminarSaludos.
Anahí Duzevich Bezoz
Adorable! Gracias!!!
ResponderEliminarUna mirada saudadosa Carlos, que lleva a caminar tu clima , tu cierto dramatismo y es vuelo poético que es tan tuyo.
ResponderEliminarSusana Giraudo
Hermoso momento para atesorar, Carlos!
ResponderEliminarBesosss