EL VENTILADOR NO GIRA
El tren ejemplar apunta
su recorrido de cartas por las islas.
En sueños el retrato de una voz.
(Desde el vidrio soportamos
su quedarse padre).
Días y noches rumian su silencio
las hijas, expuestas al olvido.
Cavilación inútil bajo una llovizna
como única insistencia.
Hay chispas en el patio y en el tren
la polvareda nos pinta
los labios.
© Susana Szwarc
Paisaje y pasaje de un tren, un padre y las hijas. Muy bueno. Abrazo, Inés Legarreta.
ResponderEliminarHermoso poema, Susana!
ResponderEliminarCariños
Paulina
Me agradó leerte... / gracias por estar...
ResponderEliminarBello!
ResponderEliminarEmociones. Una historia. Fuerte. Real !!
ResponderEliminarEl paso de un tren y su periodicidad, marcan ritmos en la vida de una persona, de una familia.
ResponderEliminarQueda ligada su misión al pasar y sus sonidos , a las diversas instancias cotidianas.
Muy buen poema, querida Susana.
Susana Giraudo