Safari ontológico
Por obligación la vida
un día me llevó de safari
y tuve que enfrentar a los leones
cara a cara
con el atardecer a cuestas.
Aprendí entonces
cuando te enfrentás a lo peor
pasás a ser
una persona poderosa.
Desde que volví
he dejado de temerle
a los gatos.
© Gisela Galimi
Hermoso poema, cuando se ha pasado por algunos temores mayores, los demás empequeñecen y se enfrentan con soltura.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
Gracias querida!
ResponderEliminarMuy bueno, Gisela!
ResponderEliminarAbrazos.
Marta Rosa