DESTINO
De elegir entre todas las cosas el talismán de oro
por ejemplo, esa presencia que todavía persiste
o aquella otra, la que echará vuelo
o la que corre riesgo
o algún brote incipiente abriéndose camino
o ese guijarro por lo tan pequeño
audaz en su firmeza
o la palma traslúcida, esa mano
al momento en que logra desclavarse
de apegarnos a alguna de esas cosas
la palabra destino irá cobrando vida
así
encarnada en el corazón expuesto a su mayor esperanza
y siempre a costa nuestra
a cuenta de las futuras pérdidas
y de todas las bajas.
© Raquel Jaduszliwer
CON NUESTRAS ELECCIONES SE CONFIGURA NUESTRO DESTINO. ESTOS TALISMANES (COMO LOS QUE LE HACÍA OLGA OROZCO A ALEJANDRA) CALMAN CON SUGESTIÓN, PERO EL COSTO VALE MIL VIDAS. LA EXCELENCIA HABITUAL, Raquel y todo mi afecto para 2018. Beso enorme.
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