SUBLIME ALFONSINA
No son buenas ciertas noches
en octubre,
ni es el mar siempre un juego
en primavera.
Sobre arena oscura, travesía de rimas
levedad de huellas y abrazos de bruma
invitan ausencias.
Desde el alto muelle más tibia es la luna,
el viento más sabio, perfecto, el impulso,
secretas cabriolas, fragancia de sal…
¡Un salto y en viaje!
Sencilla partida…
sin carne que duela, con el alma en paz.
Gloriosa llegada…
hallar en un verso la vida y la muerte.
Crece la metáfora rasgando lo eterno.
Profunda. Mar y viento.
Elevada. Noche y cielo.
Alfonsina
eterna, sublime, libre.
© Nora Coria
Evocación siempre renovada de una grande... gracias.
ResponderEliminarClaudio Simiz
Hola Nora:Un sentimiento compartido es el hilo conductor de este poema, que penetra en el dolor de una grande, lo comprende y lo hace propio. Muy bueno Irene Marks
ResponderEliminarBuen poema que nos conduce al recuerdo de una gran escritora.
ResponderEliminarUn abrazo Ana Romano.