Este nuevo tiempo de la vida
huele a jazmines,
este jardín florece
hojas muy verdes.
El llamador de ángeles
se escucha al pasar.
El pájaro en la antena
hizo de ella su casa.
Una mariposa invita
a hacer silencio.
El amarillo de sus días
pinta mi alma.
Es cuando atesoro
todo en mi retina.
© Nerina Thomas
ResponderEliminarAsí es Nerina. Hay que atesorar los bellos momentos para sacarlos a relucir cuando la tristeza se apodera del corazón.
Un abrazo grande,
Alicia Márquez
Nerina: siempre es bueno tener esa reserva interna que atesora vida.
ResponderEliminarAbrazo. Tere Vaccaro.
Sí, Nerina, hay que atesorar lo bello!
ResponderEliminarBesossss
y que así sea siempre, nerina, con esta frescura que te permite disfrutar! susana zazzetti.
ResponderEliminarHermoso y sabio poema.
ResponderEliminarAbrazo, Nerina.
Verónica Capellino
Hermoso y sabio poema.
ResponderEliminarAbrazo, Nerina.
Verónica Capellino
ResponderEliminarSi. como lo han dicho los otros comentaristas es hermoso ese modo de sentir, de seguir habitando la
alegría.
Gracias