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15/12/17

Poema de Gloria Oscares


Los entrañables días

Hoy tengo una cita con la nostalgia de mi barrio
Hoy persigo todo aquello que se opone al olvido
en el calor o el frío de los entrañables días
Hoy en el barrio donde los árboles unen el cielo con la tierra
se vuelven sepia los atardeceres y el perfume de las plantaciones.

Era otro el tiempo de sembradíos y de quintas
de la entrada del ganado en pie
de las historias de malevos
de las casas humildes con gallinas
huerta y parra

Tiempo de vendedores de leche y mimbre
y del pavero que pasaba para las fiestas.

Desde la llanura de las calles de  tierra  
hasta los pastizales que se cubrían de escarcha
se veía el Monte Dorrego
y el viento en las noches de verano
traía el aroma de eucaliptus y de tilos
   
    El olor a ginebra del bar Nipón
 y a frutas del mercado
 acompañaron el sonido del ferrocarril
 se levantaron las casas baratas 
 crecieron las fábricas

Quedó muy atrás el tiempo
de cazar ranas en los charcos
Tiempo de rayuelas y trompos
de balero patines y triciclos
y de saltos a la soga en la vereda

Mi barrio también tuvo jóvenes que quisieron un mundo mejor
¿Están en qué ventana adornada de malvones?
¿Por qué calle sin nombre caminarán?

Se escuchan sus voces en los muros
otras voces que heredaron sus sueños

Estremece la historia que late bajo un cielo que cubre
el sentir de las familias
el vértigo de las calles
los miedos
el amor y la añoranza

Sobre los techos se evapora el rocío
Y los zorzales  las calandrias y gorriones
envuelven los amaneceres.

Ahora los pintores y poetas crecen con su canto.

Mitigan el dolor


                                                                 

©  Gloria Oscares

1 comentario:

  1. Sustantivos, adjetivos y verbos me remiten a mi propio pasado, es un paseo por mi propia historia, o por su contexto, gracias por tan precisa y puntual memoria.

    El poema me resulta entrañable.

    Clelia Bercovich

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