Escribo desde
nosotras
las costillas de Adán
desde la culpa
desde el propio alma
de María Magdalena.
Soy la cabellera al viento
el bizarro deseo
del bordado
la manzana que brota
en el infierno
la pira
bautismal que me nombraba
la blasfema gorgona
del espejo.
Soy la puerta, el
juego
la amante clandestina
la madre protectora
la hereje
impresentable
la niña tierna de la plaza.
Soy
el asma que me sobra
los abrazos que me faltan.
Soy mi patria, tu condena.
Escribo desde el alma
el látigo y la
lengua.
Soy la costurera
zurzo heridas
enhebro, zurzo
enhebro...escribo
y miro el cielo
desde el ojo
ensangrentado
de mi aguja.
© Gabriela Rivero
"soy el asma que me sobra
ResponderEliminarlos abrazos que me faltan"
una maravilla tu poema, Gaby. Un abrazo!
Se estremece la culpa y el dolor se inclina ante la herida.
ResponderEliminarCuanta intensidad.
Muy bueno!
ResponderEliminarBravo!! gracias por traer nuestras voces! salud, poeta!!
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