La felicidad
Y acaso a veces
o casi siempre
la felicidad sea solo un arrebato:
un rapto
algo así como
la velocidad en un descapotable
o la sensación de la velocidad en un descapotable
o la maravillosa sensación de escuchar Chicago a toda mecha
en un descapotable
que recorre un camino bordeado de sembríos verde y oro.
Sí, eso.
La cuestión es escuchar Chicago –o Pachelbel u ópera– y pensar que estamos
corriendo por una carretera
larga y libre
muy larga y muy libre
y que somos ese descapotable
celeste y oro
que jamás tendremos.
Algo así.
© Gabriel Chávez Casazola
Hola Gabriel:
ResponderEliminarSí, captaste la fugacidad de ese momento a la perfección, con imágenes logradísimas. Hay algo cortaziano en este poema que nos lleva por una ruta a toda velocidad. Lo disfruté mucho Irene Marks
Hermosa la imagen del descapotable celeste y oro.
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