Ahora para quién
y ahora para quién leeré los versos
las mentiras sobre el papel
las envidias
cómo seguiré los murmullos blancos
me pregunto en qué puente cruzaré
y los reproches queden al comienzo
para que alguien los cargue
no los pude redimir
no supe ser mejor
la tierra siempre estará fría agusanada
denme el fuego de los árboles secos
mis poemas se quemarán conmigo
las tenues cenizas serán la fuga
de las ideas de
remolinos de humo
yo seré viento y
buscaré mis amigos
seré un dejo en un recuerdo
me llevarán mis hijos a su pesar
iré en su río secreto
ya ves
no puedo morir
© Carlos Morteo
bello y doloroso. Un abrazo, Carlos.
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