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6/12/17

Poema de Andrés Lazcano García


Llueve,
la lluvia abre los dedos del otoño,
de su mano voy a huscarte,
parece rara la bondad del agua,
tiene la pulcritud de una sonrisa
diminuta ya de veranos
oculto en un reloj inmenso
está el destino,
el pasado de ahora
y el presente de siempre,
y yo qué siempre quise morirme de una vida
sostengo la lluvia
para armar una balsa,
hubiese sido un hombre perdiendo las estrellas
y ahora las heridas me siguen,
atraviesan mi garganta,
no temas amor,
nadie muere de un verso en carne viva.


© Andrés  Lazcano García

6 comentarios:

  1. La lluvia sabe transportarnos a lugares tan intensos, impensados como éste... me gusta este texto palpitante, sangrante.

    Claudio Simiz

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  2. tiene la misma belleza de la lluvia acompasada de otoño. susana zazzetti

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  3. La lluvia que te va llevando por distintos estados de ánimo, dicho así , con esas imágenes, atrapa.
    Un abrazo
    Betty

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  4. Hola Andrés : tu río lírico es una navegación maravillosa de dolores y gozos, de sensaciones que nos tocan y nos doblegan. La imagen de Gus refleja esa lluvia de sensibilidad que nos regalaste, ese doloroso ser en el mundo, con una mirada lúcida. Maravilloso poema Irene Marks

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  5. Mil gracias Gustavo por la oportunidad y gracias a todos por los comentarios, un abrazo!!

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