Las descarriadas
En un verde pueblito de Gales de nombre impronunciable.
En un verde y lejano pueblito de Gales
alguien olvidó, o tiró, un cargamento de
cannabis al costado del camino.
Mucho cannabis.
Las ovejas que pasaban por ahí
lo probaron, les gustó y lo comieron
deleitadas. Además les avisaron
a otras ovejas y todas comieron
para espanto de los tranquilos pobladores
que vieron que las ovejas
se habían convertido en (según ellos),
psicóticas.
Entraban en los jardines a masticar margaritas,
se subían a las camas de los campesinos
a saltar,
y ya no balaban,
ahora cantaban como viejos artistas
de cabaret
y además, su lana empezaba a colorearse
de un lindísimo arco iris.
Las ovejas corrían por la carretera y se lanzaban
de cabeza hacia los faros de los automóviles
que, por esquivarlas, producían choques o
directamente se desbarrancaban.
“Un desastre” decían los vecinos.
A las ovejas no les importaba nada, felices
como estaban, descarriadas como se sentían,
esperando la llegada de los lobos, quizás,
para confrontarlos.
No se sabe.
Lo que sí sé, es que me gustaría que mágicamente a la vera
de nuestro camino, algo nos descarriara de una buena vez.
© Alicia Márquez
¡Gus! ¡Me encantó la ilustración de la oveja descarriada!!!
ResponderEliminarUn abrazo,
Alicia.
"...de una buena vez." Allí, Alicia, debiera poder arrancar, descarriado o no tanto, un poema tuyo.
ResponderEliminarR.
Me emocionó tu poema, con el final que a muchos nos gustaría.
ResponderEliminarBRAVÍSIMO!!!
Abrazo. Feliz inicio 2018
Elisabet
Rolando Revagliatti: un poema empieza por donde puede. Este empezó por ahí. En un próximo voy a empezar por "de una buena vez" y podría agregar: "por favor"
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué bueno, genial.
ResponderEliminarUn abrazo
Betty
Sí, que podamos descarriarnos!! de una buena o, maldita vez !qué importa!
ResponderEliminarGenial!
Besosssssssssssss
Querida Alicia:
ResponderEliminar¡un poemazo!¡Descarriémonos como las ovejas!Este poema es una liberación en esta época nefasta, lo siento vibrar en cada acción desopilante y sorprendente. ¡Gracias! Irene Marks
Esta autora tiene la difícil capacidad de sorprender al lector pasando del negro al rojo brillante, en este caso, pone en la mesa, la alegría vibrante de una ruptura con lo establecido, con lo esperable, de convocar a la locura de cada uno. Romper no siempre implica destruir, en este caso, y aunque más no sea por un rato, el mundo se trastoca, las ovejas se divierten y nos dan una lección inesperada ) como en el film maravilloso el banquete de .......) Es de esperar que alguna huella quedará en la memoria, y las ovejas tendrán su momento inolvidable. Nunca se sabe como se reciclará.!!
ResponderEliminarGenial, Alicia
Clelia Bercovich
Qué imaginación, Alicia! Y comparto tu deseo expresado en el final. Abrazo grande y felices fiestas!
ResponderEliminarDavid Sorbille dijo...
ResponderEliminarQuerida Alicia, otra más de tus maravillas poéticas. Un abrazo
ResponderEliminarGran poema. Subversivo a morir. pero sobre todo estructurado a la manera de la alegoría impecable de quienes conocen el lenguaje de la poesía. Nada evidente.
mis respetos.
Walter Mondragón