desperté
y supe
que había muerto
había
alas sin pájaros
que ocupaban el vuelo
eran silencio
los colores primarios
una aterradora quietud
impedían al cosmos su orden
la mañana nunca llegó
al relevo
de la noche
en la que olvidado
y vacío
el mar
nunca más
abrazaría
a su playa
© Osvaldo Víctor Fernández
Muy bueno, audaz y sobrio al mismo tiempo. Isabel Llorca Bosco.
ResponderEliminarMagnífico Hermano querido! Te celebro y abrazo. Adrián Terracciano
ResponderEliminarAy !!! Intenso, bello y doloroso !!! Me encantó Osvaldo! Muchas gracias !!!
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