La madre mece la cuna. De pronto lo alza.
Él es tibio y dulce como la miel.
La madre lo sabe . Lo
siente.
Se levanta y lo acuna mientras canta muy suave.
La madre piensa que un día será grande y se irá lejos.
¿Por qué piensa eso la madre?¿Qué intuye ?
De pronto cae la noche, las sombras avanzan sobre la ciudad
El tiempo también .
La madre está sentada, con las manos vacías y una extraña
tibieza en el corazón.
© Martha Goldín
Este poema y la ilustración no necesitaron mucho espacio para llegar con su hondura y belleza, agradezco la emoción que sentí al leerlo.
ResponderEliminarUn abrazo
Betty