LA RONDA
Recibí las visitas del tiempo.
Eran visitas que traían
escondidas, piedras sin brillo.
Se sentaron en forma de círculo
frente a mí
preparé el mate
luego me senté con las manos semiocupadas
Comenzaron a presentarse
cada una
ubicando las piedras
en el centro
La de la izquierda largo
rodando la piedra hacia
el centro, dijo que Si y que No
se casaba
La segunda apoyó la piedra con suavidad
Y dijo que se iba a vivir a otro lado
la tercera estaba a mi lado
ubico la piedra en el medio de las dos que ya estaban y dijo
que repetían su meta
El marte circuló sin parar creo que lo cebe frio y con
el agua bastante salada
Los argumentos estaban a la vista
Nadie era lo que era
aunque bien transformadas
bien supe entender porque quede afuera
Se fueron serias sin una risa posible.
Cuando mire la mesa...
las piedras tenían brillo
parecían otras.
© Alicia Albanesi
Una historia coridiana contada con sutileza y poesía
ResponderEliminarHermosa poesía, rondas de vidas posibles, ahí nos metimos en la lectura. Abrazo Ali!
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