Siempre vuelvo al tiempo de jazmines,
era como atrapar un poco de tu aliento nocturno, antes que
la aurora
nos sorprendiera sobre un porta retrato esperando a ser
descubiertas en blanco y negro
aún cuando el color era todo en un verano entrerriano donde
los naranjos no hacían más que endulzarnos con su jugo
No siempre soy agradecida al calor de tu abrazo matutino
cuando solía correr para pasar de cama en cama hasta sentirme segura en ese
lugar único, tu corazón
Esto que se denomina vida decidió llevarte de viaje muy
temprano
Y aunque los días se continúan
Tu esencia intacta llama milagrosamente a mi alma distraída, no serás olvido, no
© Patricia Corrales
Un bello poema, un recuerdo que permanece.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
Bello como ella, y como tu, besitos
Eliminar" intacta llama" es a veces el recuerdo. me encantó tu sentimiento vivo en lo que se fue. susana zazzetti.
ResponderEliminarGracias Susana un beso
EliminarHola Patricia: ese "tiempo de jazmines", ese "pasar de cama en cama" nos llevan a "ese lugar único, tu corazón". Te aseguro que con este poema se hace realidad ese último verso:"no serás olvido, no". Magnífico Irene Marks
ResponderEliminarLa reminiscencia, el recuerdo, la ternura...todo en tu poema
ResponderEliminarUn beso
Graciela Licciardi