Arbol genealógico
En el cuerpo las palabras no dichas
debajo de la piel blanca y el cabello rojo
un túnel de vacío
Una rama en Polonia y otra en Rusia
pestañas invisibles
y ojos alga de mares tan lejanos
Tradición de pan sin levadura
humedecido en las bodegas de los barcos
Sin haber escuchado las palabras
se respiró el dolor
Y entre las grietas de las fotos sepia
se huele el exilio.
© Sonia Rabinovich
Debajo de la piel blanca... Un túnel de vacío esos versos marcan todo el dolor que provoca el exilio muy bien expresado en tu poema, gracias por compartirlo
ResponderEliminarPatricia Corrales
excelente tu poesia breve y tan bien resumido lo que has querido expresarm felicitaciones
ResponderEliminarSensacional, "se huele el exilio"
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
Cuánto desarraigo en cada palabra. Se respira el dolor.
ResponderEliminarGracias.
Un placer leerte, siempre!
Claudia
Cuánto dolor y exilio se respira en tu poema... Cariños
ResponderEliminarMarta Rosa
gran poema, sonia. de los que quedan. susana zazzetti.
ResponderEliminarHola Sonia:
ResponderEliminarTu poema lo dice todo sin decirlo directamente("Sin haber escuchado las palabras se respiró el dolor"). Lo sentí profundamente Irene Marks
Hermoso y doloroso, me gustó mucho
ResponderEliminarGracias!
Un abrazo
Juany Rojas
Bella manera de decirlo. Transmite mucho Sonia. Gracias
ResponderEliminarhermoso y conmovedor este poema del exilio Besos
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