Yo lo viví
Yo lo viví,
no me lo contaron.
El grito silente,
el quejido desgarrado
en el pecho hueco.
La boca desdentada
abierta como caverna húmeda,
la lengua muda temblando.
Los brazos descarnados
como en una súplica sin Dios.
Y el cuerpo, vestido
de sufrimiento,
marrón verdoso,
que contrastaba con las sábanas blancas,
pulcras, inmaculadas,
de ese hospital que no lo podía contener,
ni curar, ni hacer que el cuerpo
cese en su dolor.
© Nito Biassi
Terriblemente crudo en su realidad. Creo que al ponerlo en palabras ya hay sanación.
ResponderEliminarHola Nito: tu poema expresa el sufrimiento ante el sufrimiento de otro, desesperación expresada con las palabras exactas y la impotencia total porque no se puede "hacer que el cuerpo cese en su dolor". Logradísimo
ResponderEliminarIrene Marks
Lo transmitiste muy bien , se siente; un poema muy bien logrado no obstante el dolor.
ResponderEliminarSuelo decir que cuando el poema transmite desgarro y llega es hermoso, valga el oxímoron.
Un abrazo
Betty
Loada sea la poesía y su ofrecerse como bálsamo y denuncia al mismo tiempo. Un abrazo
ResponderEliminarCuánto dolor en la imagen proyectada; profundo sentimiento.
ResponderEliminarLos dos primeros versos sientan ya posición y definen la voz que interpela y clama por el sufrimiento del prójimo. Muchas gracias. Raquel Jaduszliwer
ResponderEliminarTerrible! No deberíamos sufrir así.Abrazo
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